Es muy probable que BREAKING BAD sea la mejor serie norteamericana del último tiempo. Y decir eso bajo la impresionante oferta televisiva que existe actualmente es algo importante de señalar, más aún cuando cadenas como el caso de HBO invierten mucho dinero y tiempo en series de calidad. Es probable que el presupuesto de la serie del canal AMC sea más acotado del presupuesto que tiene una gran producción como, por ejemplo, GAMES OF THRONES e incluso la calidad del guión o las actuaciones, todas cuestiones muy importantes a la hora de consumir un producto que nos mantendrán por mucho tiempo pendiente de ellos. En el caso de la historia del señor White y su familia la cosa va por la adicción que genera capítulo a capítulo. Ese es su gran enganche.
La cuarta temporada terminó casi como si se tratara de un “Season finale” (final de serie), con un villano muerto casi sin cabos sueltos y probablemente con un protagonista logrando un cometido que se veía distante. El punto principal de la serie, y que además le da el nombre BREAKING BAD, se lograba en este final donde ese viaje, esta transformación lograba un cuerpo completo.
Al parecer la cosa no era tan así, en esta quinta temporada (y última), vemos a Walter en un futuro – no sabemos si lejano o cercano – muy desecho, sin que nadie lo acompañe y lo peor de todo comprando una tremenda arma que ni siquiera tiene idea como utilizar. Es aquí donde surgen preguntas como ¿y su familia? ¿qué pasó con Jesse? ¿hay más enemigos por destruir?