Un estudio realizado por la Universidad de Estocolmo informó que una falta de sueño a corto plazo puede afectar sorprendentemente cómo nos sentimos, especialmente si hablamos de nuestra edad. La investigación dice que solo dos noches durmiendo apenas cuatro horas pueden aumentar la “edad subjetiva” de una persona en aproximadamente en 4.4 años.
¿Y que es la edad subjetiva? Hace referencia a cuán viejo se siente alguien, más allá de su edad real. Se enfoca principalmente en el fuerte vínculo entre el descanso y el bienestar general. Hasta periodos breves periodos de mal sueño pueden hacernos sentir significativamente mayores, tanto mental como físicamente.
