En una noche cargada de emociones en el Allegiant Stadium de Las Vegas, John Cena volvió a brillar en el evento más importante del calendario de la lucha libre profesional. WrestleMania 41 fue testigo del combate estelar entre el ícono de la WWE y Cody Rhodes, una lucha que quedará grabada en los libros dorados de la compañía. Con una actuación dominante y estratégica, Cena logró consagrarse como Campeón Indiscutido de la WWE, desatando la ovación de más de 60 mil fanáticos presentes en el recinto.
Esta victoria marca un hito histórico para el 16 veces campeón, quien ahora alcanza su 17º título mundial, rompiendo su propio récord y superando a figuras legendarias como Ric Flair, Triple H y Randy Orton.