Un reciente estudio publicado reveló que los adolescentes que dedican más de tres horas diarias a pantallas con fines recreativos —como redes sociales, videojuegos o videos— presentan un riesgo significativamente mayor de sufrir ansiedad, depresión y otros síntomas de malestar psicológico. La investigación, que analizó diarios de tiempo de una amplia muestra de jóvenes, remarcó que este efecto se limita al uso no educativo, ya que el tiempo frente a pantallas por motivos escolares no mostró consecuencias negativas.
Frente a estos hallazgos, especialistas en salud mental advierten sobre la necesidad de establecer un uso equilibrado de la tecnología durante la adolescencia. Recomiendan fomentar espacios de desconexión, impulsar actividades presenciales y promover hábitos que fortalezcan el bienestar emocional, especialmente en una etapa vital en la formación de la identidad y la salud psíquica de los jóvenes.