Históricamente rodeados de mitos y supersticiones, los gatos negros han sido considerados símbolos de mala suerte en diversas culturas. Sin embargo, esta percepción parece estar cambiando gracias al impacto de la película Flow, cuyo éxito ha impulsado un aumento en la adopción de estos felinos. Según la Asociación Protectora de Animales (APA), numerosos nuevos dueños han decidido acoger a gatos de pelaje oscuro motivados por la película.
El fenómeno ha sido corroborado por el refugio Best Friends Animal Society en Estados Unidos, que reportó un incremento significativo en las adopciones durante los tres meses posteriores al estreno de la cinta. Expertos en bienestar animal han destacado la importancia de este cambio de tendencia, que ayuda a reducir el número de gatos negros en refugios y combate los prejuicios asociados a ellos.
