¿Alguna vez se han preguntado por qué las tasas de natalidad en Chile están tan bajas? Un reciente estudio podría dar una pista, o al menos señalar uno de los motivos. La Generación Z está cambiando las formas tradicionales de socialización, optando por actividades más saludables… o más aburridas, según el punto de vista. En lugar de los clásicos carretes con alcohol y descontrol, estos jóvenes prefieren reunirse en torno a juegos de mesa, clubes de lectura, sesiones de yoga y talleres de cerámica. Esta tendencia podría explicarse por el deseo de desconectarse del mundo digital y buscar relaciones más genuinas y conscientes, alejadas de la superficialidad de las redes sociales a las que se han visto sobreexpuestos desde menores.
Este giro hacia formas de ocio más tradicionales también ha impulsado el auge de locales especializados, como los cafés con juegos de mesa, donde se puede disfrutar de una bebida mientras se participa en una partida. Estos espacios se han convertido en puntos de encuentro para quienes buscan experiencias diferentes y menos centradas en el consumo de alcohol. Además, la creciente presencia de los juegos de mesa en plataformas digitales ha contribuido a su resurgimiento, atrayendo tanto a veteranos como a nuevos entusiastas.
