Un estudio de la Academia Húngara de Ciencias reveló que los perros también sufren los efectos del estrés en su descanso. Tras analizar las ondas cerebrales de 16 perritos, se descubrió que aquellos que tuvieron un mal día pasan menos tiempo en “sueño profundo”, logrando entre 40 y 50 minutos, frente a los 60 minutos de los que vivieron experiencias positivas.
Los investigadores crearon situaciones estresantes, como alejarlos de sus amos y mantenerlos bajo supervisión amenazante, comparándolas con momentos felices, como jugar con sus humanos comer su snack.
El resultado: el estrés también deja huella en el sueño de nuestros peludos, igual que en nosotros. Este hallazgo subraya la importancia de cuidar su bienestar emocional, ya que un día tranquilo y lleno de cariño puede hacer una gran diferencia para que ellos descansen mejor. ¡No somos los únicos que sobrepiensan antes de dormir!