Las principales razones incluyen el temor a ruidos, olores y la incomodidad general, lo que ha llevado a muchos a esperar hasta llegar a casa para atender esta necesidad básica.
La investigación también destaca diferencias de género: el 48% de las mujeres siente temor frente a esta situación, en comparación con solo el 19% de los hombres. Este fenómeno refleja una tendencia generacional hacia la búsqueda de mayor privacidad y la influencia del entorno laboral en el bienestar emocional. Los resultados sugieren que los empleadores podrían considerar mejoras en los espacios de baño para promover mayor comodidad y confianza entre sus equipos.