Un reciente estudio ha revelado que los perros, al igual que los humanos, tienden a volverse más irritables con la edad. La investigación muestra que el proceso de envejecimiento en estos animales puede llevar a cambios de humor y una menor tolerancia, provocados en gran medida por factores físicos como el dolor articular y alteraciones cognitivas similares a la demencia humana. Este hallazgo desafía la idea de que la agresividad en los perros mayores es solo cuestión de entrenamiento, señalando causas físicas y mentales propias del envejecimiento.
Los expertos aconsejan a los dueños de mascotas estar atentos a estos cambios y no descartar visitas regulares al veterinario, especialmente cuando los perros muestran signos de irritabilidad. Crear un entorno confortable y fomentar una rutina de ejercicio moderada puede contribuir significativamente a mejorar el bienestar de los perros mayores, ayudándolos a envejecer de manera más tranquila y con mayor calidad de vida.