Para los padres de mascotas dedicados, el amor y el cuidado que se les brinda a sus amados cachorros no tiene límites, tanto así que es natural preocuparse cuando algo no va bien con nuestros bebés peludos, especialmente los perros.
Pero según el Dr. Richard Pitcairn, veterinario y autor de “Salud natural para perros y gatos”, confirmó que este drama canino generalmente comienza con una enfermedad real, por ejemplo cuando sus cachorros comienzan a toser y usted se apresura a acurrucarse con ellos, pensarán que toser es sinónimo de abrazos.
Como explica el Dr. Pitcairn, los perros aprenden a percibir ciertos síntomas con un cariño especial. Por eso, si se dan cuenta de que reciben más cariño cuando están enfermos, es posible que vuelvan a hacerlo.
Aunque pueden ser las próximas estrellas de un drama, no pueden fingir fiebre ni simular un episodio de diarrea convincente, en cambio, presentan síntomas que pueden controlar: una cojera dramática o un estornudo digno de un Oscar.
Si bien actualmente no hay ninguna investigación oficial que diagnostique a las mascotas que sufren el síndrome de Munchausen, es posible que a veces las mascotas puedan fingir una lesión para llamar la atención sobre sus necesidades emocionales.
“Parecen saber en un nivel muy profundo que esa es la forma de movilizar la atención”, explica Feldman.