Está claro que la vida con hermanos es sinónimo de varias discusiones y peleas dignas de la WWE. Sobre todo cuando son pequeños.
Se piensa que las peleas entre hermanos es algo malo y un hábito que hay que corregir. Pero, en algunos casos es todo lo contrario.
La Universidad de Cambridge reveló en su estudio que las discusiones entre hermanos ayuda para el desarrollo positivo de en diversas áreas de nuestras vidas.
El proyecto de investigación fue nombrado como “Toddlers Up”, y estudió a 250 niños durante 5 años, centrándose en su desarrollo cognitivo y social. Las peleas los hacen aprender a controlar sus emociones y entienden cómo afectan a las demás personas de su círculo.
El enojo y la frustración que provoca las pelas entre hermanos dan la oportunidad de aprender habilidades emocionales importantes para toda la vida. ¿Confirmas?