¿A quién le gusta escuchar quejas todo el día? Resulta que un estudio de la Universidad de Stanford dice que si eres de esos que se quejan todo el tiempo por cualquier cosa o te toca aguantar a uno todos los días, tus neuronas están en problemas grabes. Y no, no estamos exagerando.
La investigación sugiere que aguantar 30 minutos de quejas al día puede freir tus neuronas del hipocampo, esa parte del cerebro que te ayuda a resolver problemas y mantener el sentido común.
Y por si te lo preguntabas, no importa si las quejas vienen de ti o de tus cercanos, el daño cerebral es el mismo. La razón detrás de esto es simple: el pensamiento negativo crea un efecto bola de nieve, y antes de que te des cuenta, estás metido en un pozo de pesimismo eterno.
Así que, la próxima vez que alguien te empiece a dar la lata con sus problemas, quejas o envidias, quizás sea momento de ponerles un límite. Tu cerebro te lo agradecerá, y tus neuronas también. ¡Menos quejas, y más acción mi chan!