Generalmente todos los años duran 365 días, pero uno de cada cuatro años es bisiesto, lo que conlleva a que uno de los 12 meses tenga un día extra. En estos casos febrero termina con 29 días en vez de 28. Ahora les compartiremos curiosidades de estos particulares años.
La primera viene desde la Inglaterra antigua, acá las mujeres les pedían matrimonio a los hombres en estas fechas. Si eran rechazadas ellos tenían que pagar a la despechada novia una penalidad por la vergüenza social que sufrió. Pero más curioso es lo siguiente: ¡En Suecia existió el 30 de febrero! Esto porque en 1700 decidieron cambiar del calendario juliano al gregoriano, querían eliminar los bisiestos por 40 años, pero al final terminaron agregando dos días extra en 1712, convirtiendo a febrero en un mes de 30 días.
Algo muy curioso es que los 29 de febrero se conmemora el “día de las enfermedades extrañas”, al ser un día poco común como aquellos padecimientos que suelen tener un porcentaje mínimo de la población. En el otro lado de la moneda, en Grecia, casarse en un año bisiesto es considerado de mala suerte. Incluso, una de cada cinco parejas griegas prefiere esperar a que termine para legalizar su unión.
Un hecho muy curioso es el ocurrido en la familia Keogh, ya que el abuelo de la familia nació el 29 de febrero de 1940, su hijo un 29 de febrero de 1964 y la nieta el 29 de febrero de 1996. Siguiendo el hilo de las familias curiosas, una noruega dio a luz tres veces durante días bisiestos. Sus partos fueron el 29 de febrero de los años 1960, 1964 y 1968.
