Con 191 años a sus espaldas, Jonathan, residente de la isla de Santa Elena, rompe récords y desafía las expectativas de longevidad de su especie.
A pesar de la fecha no oficial de su nacimiento fijada en 1832, el gobernador de Santa Elena, Nigel Phillips, y Hollins han optado por celebrar el comienzo de un nuevo año en la vida de la tortuga, considerando cada Año Nuevo como un hito significativo en su asombrosa existencia.
Las imágenes capturadas a fines del siglo XIX lo muestran deambulando por los terrenos de la mansión del gobernador, siendo un testigo viviente de décadas de historia, asombrando a todos con su longevidad fuera de lo común para su especie.