La iniciativa, presentada en diciembre de 2022, busca evitar la angustia que estos espectáculos causan en personas con trastornos del espectro autista (TEA), mascotas y aquellos con hipoacusia.
Coquimbo y varios municipios ya han adoptado alternativas de entretenimiento sin pirotecnia, lo que ha motivado a los parlamentarios a impulsar la prohibición. Con un cambio de conciencia hacia la necesidad de empatía, el proyecto busca avanzar hacia la diversión sin causar sufrimiento a otros seres vivos.