Noticias desde Reino Unido. Un tribunal inglés dictaminó que comentar sobre la calvicie de un hombre en el lugar de trabajo es equivalente a comentar sobre el tamaño de los senos de una mujer.
El fallo, realizado por un panel de tres hombres que al emitir su juicio se lamentaron de su propia falta de pelo, se produce en un caso entre un electricista jubilado y la empresa de fabricación donde trabajaba.
Tony Finn fue despedido en mayo del año pasado. Llevó a la empresa a los tribunales alegando, entre otras cosas, que había sido víctima de acoso sexual tras un incidente con el supervisor de la fábrica, Jamie King.
El jefe lo trataba de pelado de forma despectiva. Y le agregaba un par de palabritas más a eso. Para los jueces, el boss hizo el comentario con el fin de lastimar al demandante al comentar sobre su apariencia.