Todos y todas saben que la cuarentena prácticamente encerró a los cabros chicos en casa sin poder ir al colegio. Pero Antonella Bordon de 12 años aprovechó la cuarentena para hacer algo bien curioso.
La niña de Argentina tenía muchísimas ganas de volver a ver a sus amigos, y como no podía hacerlo, se hizo la promesa de que se dejaría crecer el pelo hasta que se volviera a encontrar con sus compas del cole.
Estuvo alrededor de 260 días sin cortarse ni un pelito. La fotógrafa Irina Werning documentó todo este proceso que vivió la niña encerrada en casa y con el cabello rozando el piso.
Cuando finalmente cumplió su promesa, la pequeña Antonella se cortó el pelo en noviembre de este año y lo donó para convertirlo en pelucas para pacientes con cáncer.
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